La Mantis en Egipto (Parte I)

Saludos a todos los bichitos del arbolito verde!!

Empiezo hoy una serie de post con los que pretendo, si es posible, hacer un pequeño resumen de mis andanzas por Egipto. Sobre todo contar anécdotas, curiosidades, las cosas que sólo puede contarte alguien que ha estado allí, porque ya sabeis que para las agencias de viajes todo es de color de rosa. Sí que es verdad que te vas metiendo en foros y lees los comentarios que dejan otras personas que viajan, pero cada persona vive las cosas de una manera distinta, y aquí voy a dejar la mía.

Sí, he pasado mucho calor, me he puesto malita y he visto templos y ruinas durante horas y horas. Sin embargo, ahora que ya han pasado unos cuantos días desde que volví no me queda mal sabor de boca, todo lo contrario. Quién sabe, a lo mejor algún día me da y vuelvo (la verdad es que no me importaría nada, jejeje).


En primer lugar voy a presentaros a todas las personas con las que salí de viaje :)


De izquierda a derecha: mi madre (Rosa), mi padre (Edu), Alejandro, Mari (la madre de Alejandro), mi tia y madre de Bea (Mari también), mi tio y padre de Bea (José), yo misma y mi prima (Bea).


Nuestro plan de viaje era el siguiente:

Día 16 (lunes). Vuelo Barcelona - Luxor. Llegada al barco (que será nuestro hotel los próximos cuatro días).
Día 17 (martes). Visita al Templo Mortuorio de la reina Hatchepsut, Valle de los Reyes, Colosos de Memnon, Templo de Luxor y Templo de Karnak.
Día 18 (miércoles). Visita a los templos de Edfú y Kom Ombo.
Día 19 (jueves). Visita a Abu Simbel, presa de Aswan y al obelisco inacabado.
Día 2o (viernes). Visita a Nubia. Vuelo Aswan - Cairo.
Día 21 (sábado). El Cairo: Visita a las Pirámides y la Esfinge y Museo de El Cairo.
Día 22 (domingo). El Cairo: Visita a Saqqara, a la Mezquita de Alabastro, Barrio Copto y el Khalili.
Día 23 (lunes). Vuelo Cairo - Barcelona.


Para que os hagais una idea del recorrido os pongo un mapa con los monumentos:

Los viajes programados se componen (normalmente) de dos partes: un crucero por el Nilo (sur de Egipto) visitando todos los templos de alrededor) y la estancia de unos cuantos días en El Cairo. Puedes contratar excursiones programadas o ir por libre. A mí la verdad es que me da un poco de miedo eso de ir por libre. De nuestro grupo casi todos cogimos excursiones programadas, pero también tuvo que ver con que el guía era encantador y perdía mucho tiempo explicándonos cosas (en el Museo de El Cairo, por ejemplo, estuvo un montón de rato explicándonos las cosas más importantes del museo, cosa que pocos guías hacen). Otros grupos iban más por libre. Cuestión de gustos y de la gente con la que haces el viaje.

...

DÍA 1. DE BARCELONA A LUXOR.

A eso de las ocho de la mañana emprendemos nuestra gran aventura. Dificultad número uno: meter la ropa en la maleta. Dificultad número dos: poner a seis personas en marcha. Cuando por fin conseguimos aclararnos y empaquetar todo salimos hacia la estación de Calafell para coger el tren (vamos a ir en un cercanías hasta Barcelona y desde allí al aeropuerto). Como en el anterior viaje familiar que hicimos de este estilo, nada más subir al tren se nos metió en el vagón el cantautor guitarra en mano. Era el principio de nuestra perdición con las propinas.


** Aclaro aquí: en países como Egipto la propina es algo casi casi obligado. Todo el mundo espera que les des propina por todo. Aunque visto así parece algo gracioso, al tercer día estas de las propinas hasta el ?#!*. De hecho el último día yo me puse a pedirle propina a un hombre (ya contaré esa anécdota a su debido tiempo). **

La llegada al aeropuerto no tuvo complicaciones. Tengo que decir que la seguridad de la estación de Barcelona Sants (o como se escriba) deja bastante que desear. No hay ningún control en las estaciones de cercanías ni a la llegada, así que puedes pasearte a tus anchas con una maleta llena de explosivos por ahí. Si a eso le añadimos la cantidad de gente que puede llegar a juntarse allí, tenemos un blanco perfecto. Bueno, la cosa es que recogimos a la Mari y al Alex y nos fuimos a la cola de facturación. Aquí comenzó mi estrés, no sé, deben de poner a los más tontos-as para facturar equipajes, madre mia, con lo sencillito que es poner una etiqueta en la maleta. Además una señora muy fresca se nos colo con todo su morro diciendo que iba a otro sitio. La gente... Una vez pasado todo esto, felices porque nuestro avión embarcaba puntual, nos pegamos una hora sentados escuchando los 40 principales moros hasta que nos dieron sitio para despegar (estos catalanes!!). El vuelo se me hizo eterno (quizá tuvo que ver con eso de que mi padre me robo los cascos y no pude ver la película además de que estaba en el asiento de el medio y sin cascos lo único que podía hacer era comerme los mocos).

A las 21.20 (hora de Egipto - una más que aquí) aterrizamos en Luxor (ver mapa). Al bajar del avión fui consciente del calor que iba a pasar... Entramos en lo que hay que pasar cuando eres extranjero que no se cómo se llama (últimamente tengo ciertos problemas de expresión, lo lamento). Ya tenemos una especie de guía que lo único que hace es chupar y rechupar (flipante, el tio dandole vueltas a la lengua) una especie de sellitos que debe de ser el visado. Antes del viaje me metí en un par de foros en los que se comentaba el tema del visado. Al parecer la agencia te cobra el doble o así de lo que en realidad vale, y la gente decía que se podía sacar allí directamente y que era mejor, que sólo tenías que hacer una cola. Qué quieres que te diga, yo por si acaso todo atadico desde España, que a saber como te aclaras con la gente de allí. A mí que me rechupeteen el sello, y paso por el señor que te mira la foto del pasaporte y ala! pa' dentro! (estamos hablando de que el visado cuesta unos 30 euros por persona por agencia y la mitad o algo así sacándolo allí; digo yo que no te supone mucho quince euros después de haber pagado el viaje, en fin...).

Cuando salimos nos metieron directos en un autobús y nos llevaron al barquito donde estaremos los siguientes días. El barco se llamaba Orchestra, y la verdad es que la gente que trabajaba allí era majísima. Trataban a los turistas con mucho respeto y eran muy muy amables. No había ninguna mujer trabajando en el barco porque la tripulación estaba a bordo cuarenta y cinco días y descansaba quince y así, y era bastante duro. Yo, fuera la hora que fuera, siempre veia a los mismos trabajando, y además con una sonrisa en la boca. Allí está todo el tema del turismo bastante controlado; evidentemente es lo que les conviene. Así que llegamos, nos metimos en la habitación y a dormir, porque al día siguiente la llamada despertador era a las cuatro y media de la mañana.