El otro día en clase el profesor nos contó una historia que me pareció bastante interesante y me gustaría contárosla.
Nos situamos en Estados Unidos, año 1880. La cantidad de habitantes ya empieza a ser notable y surgen problemas a la hora de elaborar el censo y distintos conteos. Se tenía que elaborar el censo de la nueva década pero ni siquiera se había acabado de realizar el de la década anterior (ni siquiera se había llegado a reunir el censo de habitantes solteros).
Algún año más tarde, un ingeniero de minas llamado Herman Hollerith, percatándose de que la mayoría de las preguntas del censo se respondían con sí o no, elaboró una máquina física que funcionaba con electricidad que ordenaba cuestionarios con cierto formato (en forma de tarjetas perforadas) llamada máquina tabuladora.
Esta máquina era una implementación física del algoritmo de ordenación radix-sort (http://en.wikipedia.org/wiki/Radix_sort) que ordenaba de forma automática las tarjetas con las respuestas.
Con estas máquinas, un operador experto procesaba un total de 19.071 tarjetas en una jornada de 6,5 horas. En 3 años se procesaron 56 millones de tarjetas.
Hollerith hizo bastante fortuna y creó la empresa: “Tabulating Machine Company”.
En 1900 las máquinas tabuladoras no fueron suficientes para cubrir las necesidades del crecimiento de población y Hollerith inventó una nueva versión de la máquina que sería útil hasta 1960 aproximadamente.
En 1911 la empresa de Hollerith se fusiona con otras dos creando la “Calculating-Tabulating Recording Company” (CTR).
En 1924 la CTR cambió su nombre por el de International Business Machines Comporartion (IBM) que seguro que a todos os suena (www.ibm.com).
2022: Un año para recordar
Hace 1 año
1 comentario:
ei que bueno, no sabía yo estas cosas.
Me hace mucha gracia cuando los profesores cuentan sus historias de tarjetas perforadas, es que me imagino ahí programando en tarjeticas, con la de veces que me tiene que compilar el pobre merlin, la de viajes que harían mis tarjetas de un lado a otro xDD
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