Me apetecía escribir algo en el blog pero no sé el qué, hace tiempo que no escribo y está esto un poco abandonado (ya os vale cabrones, hace que no escribís n! (el '!' no es una exclamación, es un factorial)).
Últimamente la cosa está tranquila y pasan pocas cosas, (todos estamos bastante centrados y cansados) aunque dudo que los lectores estén ansiosos todos los días esperando como hienas a que salga un post.
Recuerdo que el blog empezó como un lugar donde desahogarnos, que en principio leeríamos entre nosotros. Poco a poco ha ido leyéndolo más gente. Esto está bien, más lectores pues guay. Aunque por otro lado merma un poco nuestra libertad de expresión a la hora de cumplir el primer objetivo: desahogarnos.
Con esto no quiero decir que no me gusta que leáis el blog eh, ni mucho menos, que yo estoy encantado, si quisieramos haríamos el blog privado, sólo digo lo que se me pasa por la cabeza.
Lo que un bichito quiere hacer antes de desahogarse (lo siento, tenía que poner esta foto, me encanta este tío)
Mirando un poco hacia el futuro, pienso que en los próximos 3 ó 4 años nuestros caminos irán divergiendo profesionalmente y creo que será interesante ir contando nuestras paranoias por aquí, nuestras anécdotas y demás, imagino que podremos aprender bastante los unos de los otros.
El futuro...
Pues eso es todo, creo que os he dejado igual que antes de leer el post, pero como digo siempre, si no quieres no lo leas.
2 comentarios:
Jejeje, cada uno trabajando en un sitio contando nuestras vivencias y cotilleos... me gusta la idea ;)
Yeeeah, a mi tb me mola :D
En el sitio donde curre yo, solo podrá tener acceso a Internet para ocio aquella gente que venere a Google. Al que use hotmail me encargaré personalmente de que lo despidan... :D.
Y hum... si trabajamos para empresas que luchan en competencia, nuestros jefes lo podrían tomar como espionaje. Imaginaos por ejemplo, asi por decir algo... (jejeje), que Eidan lleva el sistema informático de McDonald's y la Jefa lleva el de Burguer King. Nada, nada... no se podría.
Pero weno, siempre quedará el rinconcito...
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